”Drácula” de Bram Stoker

Ya estamos cerca del mes de los muertos, noviembre.

Momento para recordar a nuestros difuntos según la tradición cristiana, pero también es el de las brujas, fantasmas, vampiros… de lo sobrenatural.

El interés por lo irracional, lo inexplicable, se va a reflejar en la literatura cuando surge el género de la novela gótica, cuyos orígenes hay que buscarlos en la Inglaterra de fines del siglo XVIII como reacción al racionalismo de la Ilustración y que alcanzó su máximo apogeo en el siglo XIX.

La novela “El Castillo de Otranto”, publicada en 1764, de Horace Walpole (1717 – 1797), es considerada por muchos como la primera novela gótica

Autores como Henry James, Oscar Wilde, Edgar Allan Poe, Mary Shelley…cultivaron este género.

La obra

En esta ocasión rescatamos del olvido uno de las grandes obras de la literatura gótica: “Drácula” de Bram Stoker y que, probablemente, fue la última publicada de su genero.

El argumento, por todos conocido, se ha visto deformado por sus múltiples adaptaciones al cine. Merece la pena su lectura para conocer la historia original.

No se trata solo de una novela de miedo, de vampiros, de terror en algunos momentos, sino también una historia de amor, una historia sobre la linea que separa al hombre del monstruo, una historia sobre la eternidad

De ella dijo Oscar Wilde que era “la novela más hermosa jamás escrita”

El autor

Su autor, el escritor irlandés, Abraham Stoker, (1847-1912), escribió numerosas novelas y relatos cortos, pero su creación más célebre fue “Drácula” publicada en 1897 que pasó sin pena ni gloria en el momento de su publicación.

Falleció en 1912 sin llegar a conocer el éxito de su obra.

El personaje

Siempre se ha considerado que Stoker se inspiró en la vida del Vaivoda, gobernante, Vlad III “Draculae” que vivió y gobernó en el principado de Valaquia, para crear al personaje del Conde Drácula.

Vlad III nació en 1431, era el segundo hijo de Vlad II, gobernador de Valaquia y a su muerte gobernó Valaquia en tres ocasiones, entre 1448 y 1476, fecha en la que murío.

Gobernó mediante el terror para controlar las luchas internas por el poder y contra los turcos que amenazaban con invadir el principado.

La crueldad de las ejecuciones de sus enemigos, sobre todo mediante el método del empalamiento, le hizo merecedor del título Tepes (empalador). Pero sus prácticas no eran tampoco infrecuentes en su época. El empalamiento ya se practicaba en la antigua Asiria y se siguió practicando hasta épocas no muy lejanas.

A lo largo de su gobierno, derramó mucha sangre, litros y litros, pero no hay constancia de que bebiera ni una sola gota.

El escritor inglés Clive Leatherdale, uno de los mayores conocedores de la obra de Bram Stoker, en su ensayo “Historia de Drácula” afirma que el escritor irlandés desconocía la historia de Vlad Tepes, opinión compartida por otros estudiosos de la novela, como la profesora Elizabeth Miller.

Lo cierto es que, en 1976, Vlad Tepes fue declarado Héroe de la Nación por el gobierno rumano en conmemoración del V centenario de su muerte